Ciudad de México, 17 de marzo
2016
Me da muchísimo gusto estar
aquí con todas y todos ustedes. Agradezco particularmente a don Antonino Ruíz
Galindo la invitación, a María, a todo el equipo de AMEXCAP, y no solamente la
invitación a estar esta mañana hoy con ustedes aquí, sino la oportunidad que
hemos tenido de estar cerca, de dialogar, de escucharnos y hacer cosas juntos.
Gracias al contacto con muchos
de ustedes, a la retroalimentación que hemos tenido, a las ideas que nos han
dado, hemos podido construir algunas cosas nuevas y seguimos en esa lógica y
agradecidos, muy agradecidos de que nos tengan la paciencia, de que tengan la
paciencia de escuchar y de sentarse a platicar con la autoridad, en este caso
con la autoridad hacendaria, creo que hemos podido hacer algunas innovaciones
juntos y eso es de lo que quiero platicar un poquito con ustedes.
Si les parece bien, lo que
preparamos para esta mañana es que voy a hablar en primer lugar un poquito del
entorno macroeconómico, lo que estamos viendo y lo que estamos haciendo, y
después me quiero referir con algo de detalle a las figuras nuevas que tenemos
como vehículos de inversión, tanto los CERPIS como la Fibra E y les quiero
anunciar algunos cambios que vamos a publicar a las reglas fiscales de la Fibra
E el día primero de abril, con una modificación a la miscelánea fiscal.
Si les parece bien, entonces
empezamos con algunos comentarios sobre le entorno macroeconómico.
En primer lugar, es muy
importante que todos tengamos en mente que estamos enfrentando un fenómeno, un
conjunto de fenómenos altamente
complejos que vienen del exterior. Es un periodo que se puede caracterizar como
de volatilidad, de incertidumbre o incluso tal vez el término correcto es
aversión al riesgo. Hay un menor apetito al riesgo en general en los mercados
financieros internacionales y hemos visto momentos, incluso de falta de
liquidez en los mercados, por ejemplo, si ustedes recuerdan, el principio del
año, algunos días en enero y principios de febrero.
Este es un entorno que deriva
de fenómenos que vienen del exterior, no es un fenómeno que está originado por
algo que ocurre en la economía mexicana, pero tenemos que reaccionar, y tenemos
que reaccionar para preservar la estabilidad de nuestra economía.
Son muchos los factores que
caracterizan esta aversión al riesgo, esta volatilidad, déjenme señalar
solamente tres que son particularmente importantes para la economía mexicana.
Primero, un menor crecimiento,
un menor crecimiento de la actividad económica, una desaceleración de las
economías, gran preocupación, por supuesto, sobre el comportamiento de la
economía china, donde existe incertidumbre respecto a cómo se está dando este
ajuste enorme que tiene que ocurrir en la economía china. Pero no solamente es
China, estamos viendo desaceleración importante o crecimiento decepcionante
prácticamente en todas las regiones del planeta.
Para México, incluso más
importante que la desaceleración de la actividad global, es la desaceleración
del comercio mundial. Estamos viendo una disminución de los flujos de comercio
en todo el mundo, y para una economía tan abierta como la mexicana esto, sin
duda, representa un reto importante de demanda externa.
En segundo lugar, hemos visto
una caída generalizada y profunda en los precios de las materias primas.
Particularmente para México es relevante el precio del petróleo, donde estamos
viendo niveles muy distintos a los que tuvimos por un periodo largo del tiempo,
donde el precio estuvo cerca de cinco años, el precio de la mezcla mexicana
rondaba alrededor de los 80 dólares por barril y hoy estamos abajo de 30 y
llegamos a tener días en enero en que estábamos abajo de 20; es un cambio
importante también es un reto significativo.
Por si esto fuera poco,
tenemos el reto de la política monetaria en los Estados Unidos o para ser más
preciso, la divergencia en las políticas monetarias entre los países y las
regiones desarrolladas.
Naturalmente, el día de ayer
el comunicado de la Reserva Federal generó, alivió algunas de las
preocupaciones, sobre el incremento en las tasas de interés en Estados Unidos,
pero es un hecho que la política monetaria de Estados Unidos va en dirección
opuesta a la política monetaria en Europa, en Japón, y esto está generando un
movimiento muy importante de los activos en el mundo hacia los Estados Unidos y
hacia activos denominados en dólares de los Estados Unidos.
Por lo tanto, hemos visto una
apreciación significativa del dólar norteamericano frente a otras monedas,
incluyendo el peso mexicano. Esta combinación de factores y otros más de
carácter geopolítico representan sin duda un reto relevante para la economía
mexicana.
El mensaje central que les
quiero trasmitir en lo macroeconómico es que México está preparado, que México
se ha venido preparando no solamente en estos tres años, sino a lo largo de por
lo menos veinte años, apostando a la estabilidad, a un manejo responsable de la
hacienda pública, a una conducción creíble y consistente de la política
monetaria, a una buena regulación del sistema financiero, y también apostando
por la economía de mercado, por el comercio internacional, por la libre
competencia.
Déjenme hacerles algunas
reflexiones al respecto, de cómo hemos cambiado, de cómo ha cambiado México en
un periodo relativamente corto de tiempo, algunos elementos fundamentales de
nuestra estructura económica.
Recuerden ustedes, por
ejemplo, el año ‘82. El año 82 fue el que marcó el inicio de una profunda y
larga crisis en los años ochenta, una década prácticamente perdida en el
sentido del crecimiento económico. Bueno, en aquél entonces, en 1982 el 68% de
lo que exportaba México al resto del mundo era petróleo, éramos
fundamentalmente un país exportador de petróleo crudo.
Y no sé si ustedes tienen
todos en mente, qué tanto representan hoy las exportaciones de petróleo
como porcentaje del total de nuestras
exportaciones. Son solamente 6 por ciento, sólo 6 por ciento.
Si ustedes se preguntan, bueno
entonces ¿qué está exportando México? Manufacturas; el 89 por ciento de
nuestras exportaciones hoy son manufacturas. Son automóviles, son componentes
aeroespaciales, son electrónicos, es maquinaria y equipo. Nos hemos convertido,
aunque a veces nos cuesta trabajo creerlo, en una verdadera potencia
exportadora de manufacturas. Esa es la gran ventaja competitiva que tiene
México. Algo bien diferente a lo que ocurre por ejemplo con economías como la
brasileña, argentina, incluso Chile, donde el grueso de las exportaciones
siguen siendo commodities, siguen siendo materias primas. Es un cambio muy
importante.
Otros elementos distintos a
los que teníamos en el pasado. En primer lugar, tenemos un tipo de cambio
flexible. Un tipo de cambio que no lo determinan la Secretaría de Hacienda y el
Banco de México, sino que se determina en el mercado y es un cambio que ocurrió
hace ya más de 20 años, a partir 1995 y que representa una manera muy diferente
de cómo se relaciona la economía mexicana con los mercados financieros.
Piensen ustedes en el régimen
de tipo de cambio fijo, donde todas las variables de la política económica
tienen que estar alineadas para sostener ese tipo de cambio.
Piensen qué diferente es
ahora, donde el tipo de cambio se vuelve el primer mecanismo de absorción de
choques externos, y muchos de los ajustes que vienen del exterior, los absorbe
el tipo de cambio, sin generar una disrupción del resto de la economía.
Nuestra historia explica por
qué la opinión pública mexicana tiene siempre una gran atención al tipo de
cambio. Porque en el régimen de tipo de cambio fijo que vivíamos hasta antes de
1995, cuando se movía el tipo de cambio significaba que todo lo demás ya había
sido perdido en términos de política macroeconómica, y por lo tanto era el
inicio de un grave colapso financiero. Así ocurrió en el ‘76, en el ‘82, ‘87,
‘88 y por supuesto ‘94-95.
México ha aprendido lecciones
muy importantes desde entonces, y una de ellas es el valor de un tipo de cambio
determinado por el mercado, no por el gobierno.
Por lo tanto, cuando hay un
deterioro de los términos de intercambio de México con el mundo, como ocurrió
con la caída del precio del petróleo y con el alza en las tasas de interés en
Estados Unidos, la respuesta macroeconómica normal es que tengamos una
depreciación de nuestra moneda. Eso es lo que ha ocurrido y ha ocurrido de una
manera ordenada, y no se ha trasladado a las condiciones internas, como lo
vemos con una baja inflación.
En segundo lugar, y esto es
algo que vale mucho la pena destacar, es que a diferencia del pasado, hoy
nuestro sistema financiero y particularmente el sistema bancario, hoy es una
fortaleza y no una debilidad.
En el año de ‘95, uno de los
amplificadores de la crisis fue precisamente la debilidad de los bancos y el
colapso en sus balances, incluso muchos de ellos quebraron y tuvieron que ser
rescatados. Parte de la deuda pública federal son todavía aquellos pagarés que
vienen del rescate bancario de hace 20 años.
Hoy en día tenemos un sistema
muy bien capitalizado, donde tenemos a los bancos que están prestando más, está
creciendo el crédito, pero lo están haciendo de una manera muy sana.
El nivel de capitalización de
la banca mexicana es igual o mayor que el de los países desarrollados, y los
bancos tienen buenos indicadores de reservas de liquidez y de cartera vencida.
Esto es muy importante, porque
hoy la banca se convierte en una fortaleza de la economía para enfrentar al
exterior. Por supuesto, como reguladores nos corresponde tener una política prudencial
que preserve esta fortaleza de la banca, en un entorno donde la banca está
creciendo y está creciendo el crédito.
Algo muy importante que tiene
México y que pocos países tienen, si ustedes lo comparan con la Unión Europea,
incluso con los Estados Unidos, que es la capacidad de coordinar las respuestas
de política fiscal y monetaria.
Ustedes recordarán que hace
exactamente un mes, el 17 de febrero, dimos una conferencia de prensa conjunta
el Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y su servidor, y
anunciamos, ante el entorno de volatilidad, particularmente el mercado
cambiario, un conjunto de medidas, y estas medidas cada una de ellas jugó un
papel, pero que tienen como objetivo fundamental preservar nuestra estabilidad.
¿Y cuando hablamos de
preservar nuestra estabilidad, a qué nos referimos? En primer lugar a preservar
un entorno de baja inflación. Vean ustedes, tienen ahí la lámina del
comportamiento de la inflación; en México llevamos ya un conjunto importante de
meses por debajo del 3%, el año pasado tuvimos una cifra históricamente baja,
2.13% en la inflación.
Esto es algo que tal vez para
quienes son más jóvenes les puede parecer que es el entorno habitual. Sin
embargo, si nos comparamos de dónde viene México hace no tantos años, vemos que
ésta es una transformación muy poderosa, porque la baja inflación resulta, en
primer lugar, en mayor poder de compra de los salarios, estamos viendo una
expansión en el consumo que en buena medida tiene que ver con la baja
inflación, pero que también este entorno de baja inflación permite la expansión
financiera, permite la expansión del crédito, del crédito a largo plazo,
mantener bajas tasas de interés para el sector privado y también para el sector
público.
Este es el objetivo que
estamos preservando, y cuando tomamos estas acciones conjuntamente el Banco de
México y la Secretaría de Hacienda, en lo que estamos pensando es en preservar
este entorno de baja inflación.
¿Qué hicimos? Hicimos tres
cosas: la primera, anunciamos un ajuste en el gasto público, y es esencial un
ajuste en el gasto público para preservar la credibilidad de la trayectoria
fiscal de México, del manejo responsable de la hacienda pública.
¿Por qué era necesario hacer
un ajuste? ¿Y particularmente por qué era necesario hacer un ajuste en
Petróleos Mexicanos? Porque estamos respondiendo a una caída en los ingresos
petroleros por la reducción del precio del petróleo.
Hay que recordar que México
tiene una cobertura petrolera que cubre el riesgo de la caída de precios para
el Gobierno Federal, y subrayo, para el Gobierno Federal, porque Pemex no
participa de la cobertura petrolera.
Entonces, en virtud de que
Pemex es parte de las finanzas públicas federales, cuando ustedes ven las
cifras de déficit eso incluye a Pemex. Las pérdidas de Pemex son parte del
déficit fiscal.
La deuda de Pemex es parte de
la deuda pública, por lo tanto, si el
problema lo tenemos en Pemex por la caída en el precio del petróleo, el ajuste
tiene que darse en Pemex y no solo por razones fiscales, también por razones de
mercado. Todas las empresas petroleras del mundo están haciendo ajustes, están
reduciendo sus costos, volviéndose más
eficientes, escogiendo mejor sus proyectos de inversión y eso es lo que está
haciendo Petróleos Mexicanos.
Y, desde el punto de vista
fiscal, naturalmente para restaurar el cumplimiento en la meta de balance de
Pemex, era necesario hacer un ajuste y hacerlo rápido, y eso es lo que está
haciendo Petróleos Mexicanos.
Acompañamos el ajuste en Pemex
con ajuste de carácter preventivo en el Gobierno Federal, fueron 100 mil
millones de pesos en Pemex, que ya han sido aprobados por el Consejo de
Administración y, ampliamente detallados, -ustedes pueden conocer en la
información que ha hecho pública Pemex, exactamente donde están los ajustes- pero
acompañamos este recorte, este ajuste en Pemex con un ajuste preventivo en el
Gobierno Federal.
Porque preventivo, porque
tenemos la cobertura, no necesitamos hacerlo este año, pero podemos anticipar
que el precio del petróleo no tendrá una recuperación drástica en 2017, y por
lo tanto, el Gobierno Federal tiene que también hacer un ajuste.
No hacer este ajuste
implicaría que tendríamos que elevar la meta de déficit fiscal, lo cual en este
contexto internacional de poco apetito al riesgo de volatilidad, de movimiento
de capitales hacia fuera de los países emergentes sería francamente inoportuno
y peligroso.
Por lo tanto, el año pasado cumplimos con nuestra meta de
reducción del déficit, este año vamos a cumplir con nuestra meta de reducción
del déficit y el año que entra también y, eso implica que tenemos que hacer un
ajuste al gasto.
Al preservarse la credibilidad
de la trayectoria fiscal, le estamos dando realmente un anclaje a las
expectativas sobre la economía mexicana. Y eso es lo que es fundamental para
entonces podernos coordinar con acciones
de política monetaria y cambiaria que le den certidumbre al mercado por
el peso mexicano.
Y eso fue exactamente lo que
hicimos. El Banco de México decidió elevar su tasa de interés de referencia en
50 puntos base, fue un movimiento que no esperaba el mercado, y fue un
movimiento, -el Banco de México ha explicado ampliamente por qué tomó la
decisión- pero sin duda, tuvo un efecto importante entre otros, que fue
encarecer las operaciones en corto hechas con el peso mexicano, es un poquito
más caro pedir prestado en pesos para convertirlo en otras monedas y tomar
posesiones cortas contra nuestra moneda.
Y, hemos visto como, por
ejemplo en el mercado de Chicago se han limpiado muchas de las posiciones
cortas en contra del peso mexicano.
Y por otro lado, nos dimos
cuenta, y esto se volvió muy evidente en los primeros días de febrero que el
mecanismo de subastas basado en reglas, que teníamos desde el año pasado ya era
francamente muy predecible para algunos de los fondos globales de carácter
especulativo. Recuerden que, -ustedes lo saben mucho mejor que yo- ha cambiado
mucho el mercado financiero y hoy tenemos muchos de los movimientos que vemos
de alta frecuencia en el mercado intra day, y ya nos los hacen personas, los
realizan sistemas, los realizan algoritmos que ya habían incorporado las
acciones del Banco de México, las horas específicas y los límites donde entraba
y eso estaba generando, no solamente pérdida de efectividad de las subastas,
sino incluso introduciendo volatilidad adicional.
La conclusión a la que
llegamos es que, debíamos ser menos predecibles, y por lo tanto, cancelamos las
subastas y, ahora tendremos intervenciones de carácter discrecional. Es decir
menos predecibles.
Esto no significa y lo quiero
dejar muy claro, que no vamos a intervenir en el mercado cambiario cuando sea
necesario. Lo vamos a hacer de forma excepcional, no esperen intervenciones
todos los días, ni siquiera todas las semanas. De hecho, desde el 17 de febrero
al día de hoy, que es justo un mes no hemos vuelto a intervenir, no hemos
vuelto a vender un solo peso de reservas en el mercado cambiario.
Sin embargo, es muy importante
que el mercado sepa que ante condiciones excepcionales de volatilidad, cuando
haya evidencia a juicio de la Secretaría y del Banco de que son factores
especulativos los que están desalineando el valor del tipo de cambio de los
fundamentales; por supuesto que va a haber intervención del Banco de México.
No habrá intervenciones cuando
los movimientos deriven de ajustes en los fundamentales, pero sí cuando sean de
carácter evidentemente especulativo.
Lo importante de este paquete
es que fueron medidas que se tomaron de manera conjunta y coordinada. Y, la
efectividad de la política monetaria cuando tiene el soporte de decisiones de
carácter fiscal, es muy superior.
Estamos viendo el ejemplo
contrario de lo que está pasando en Europa donde, prácticamente se está
agotando la efectividad de la política monetaria por la incapacidad
institucional de dar una respuesta de carácter fiscal.
¿Qué ha pasado desde entonces?
Lo que hemos visto es que, el peso mexicano que tuvo en las primeras seis
semanas del año, el peor desempeño de las monedas emergentes ha retomado valor,
por supuesto en las últimas horas apoyado junto con todas las monedas por los
anuncios del día de ayer de la reserva federal, ya estábamos hace un rato en un
valor de alrededor de 17.40 al mayoreo, me refiero porque en ventanilla y en
Bancos es un poco distinto, pero al mayoreo ya estábamos en 17.40, que es muy
cercano al nivel en el que empezamos el año; empezamos en el año en 17.20.
Esto quiere decir que, las
medidas, y por supuesto, una mejoría en el entorno global han regresado la
calma a los mercados financieros. Pero esto no significa y lo quiero subrayar.
Esto no significa que hayamos superado ya el episodio de volatilidad, las
condiciones de aversión al riesgo continúan siendo muy presentes, estando muy
presentes en el mundo.
Y tengan ustedes la certeza de
que la autoridad financiera continuará actuando de manera oportuna y clara,
para mitigar estos impactos en la economía mexicana como lo hemos hecho, y creo
que, con razonable efectividad en las últimas semanas.
Y, es muy importante también
que, el sector financiero y el sector corporativo entiendan, que siguen
existiendo riesgos relevantes. Por eso insistimos mucho, por ejemplo a las
empresas listadas en Bolsa que continúen con la disciplina de utilizar, por
ejemplo, las coberturas, los derivados, no con un carácter especulativo sino
para mitigar sus riesgos. Y lo mismo por supuesto para los intermediarios
financieros.
Quiero hacer un comentario
sobre la deuda pública mexicana, porque de pronto escuchamos algunas voces,
fundamentalmente el ámbito político que señalan que México tiene un problema
con la deuda o un exceso de la deuda. Esto es absolutamente incorrecto, México
es, y sigue siendo un país de bajo endeudamiento, así lo acredita la opinión de
las calificadoras, del Fondo Monetario Internacional y lo más importante es del
mercado.
Si ustedes ven el precio de la
deuda mexicana, ha tenido una evolución francamente favorable con respecto a
otros países y sigue habiendo un gran apetito en el mercado por la deuda, no
solamente de corto plazo, sino de largo plazo del Gobierno Mexicano.
Esto quiere decir que hay
confianza en el manejo de las finanzas públicas y en la sustentabilidad de los
niveles de deuda pública que tenemos.
Pero hay algo más importante.
La deuda pública mexicana está francamente bien estructurada. Tenemos la deuda
a largo plazo, tenemos la deuda mayoritariamente en pesos, el 77% de la deuda
del Gobierno Federal está en pesos, piensen ustedes que distinto con aquel
episodio del 94´-95´, donde prácticamente toda la deuda se había dolarizado y
estaba en instrumentos de muy corto plazo.
Hoy, la deuda es de muy largo
plazo. Y tenemos además una diversificación en las monedas, ese 77% está en
pesos y el resto está en una canasta de monedas en euros, en yenes, en dólares,
en libras y, tenemos tasas fijas que eso también es muy importante.
Es decir el riesgo de tasa de
interés en la deuda pública mexicana, hoy, es uno de los más bajos que hay en
el mundo. Y eso también es una fortaleza.
Otro elemento muy importante
es la liquidez con la que cuenta la economía mexicana. Recordarán ustedes que
en el año 95´ México necesito un rescate de emergencia, recuerden por parte del
Departamento del Tesoro de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional
para aliviar una necesidad urgente de liquidez.
Ese rescate que en su momento
fue enorme, fue un paquete de poco más de 40 mil millones de dólares. Comparen
ustedes con la liquidez que hoy tenemos lista, disponible.
Contamos de entrada con una línea
de crédito con el Fondo Monetario Internacional por 66 mil millones de dólares,
que no hemos usado, que no queremos usar pero ahí está, para asegurar que habrá
liquidez disponible para el Gobierno Mexicano y, en segundo tenemos 176 mil
millones de dólares de reservas internacionales.
Es decir, en un mundo en el
cual las condiciones de liquidez pueden convertirse en una presión real para
los mercados financieros mexicanos. México a lo largo de los años insisto, no
solamente en estos 3 años, a lo largo de los últimos años nos hemos venido
preparando para episodios como el que estamos viviendo ahora.
Esto no quiere decir que
seremos inmunes, pero quiere decir que estamos francamente mejor preparados que
en el pasado y lo que están preparados otras economías.
Vamos a la parte real cómo
está creciendo la economía mexicana. Quiero compartir con ustedes esta gráfica
que muestra el crecimiento de los últimos trimestres, desglosando a la economía
mexicana en dos partes: la parte que tiene que ver con petróleo y todo lo
demás.
El petróleo representa un
poquito menos del 5% de nuestra economía y, es un sector que ha tenido, por
diversos factores destacadamente por la caída del precio del petróleo un
comportamiento altamente negativo.
Por ejemplo en el último
trimestre del año, el sector petrolero se contrajo 7% y esto, pues se refleja
en el promedio de crecimiento de la
economía mexicana.
Pero ¿cómo le está yendo a
todo lo demás? Como le está yendo al campo, cómo le está yendo a la
manufactura; al sector de la construcción; a los servicios, al comercio. El
resto de la economía está creciendo de manera consistente por arriba del 3%.
Y esto explica algunas
inconsistencias que luego me dicen, ¿por qué está creciendo el empleo a tasas
del 3% si la economía solo está creciendo al 2 y medio? Bueno es que en
realidad si quitamos un sector muy particular que tiene tasas muy negativas, el
resto de la economía está creciendo consistentemente por arriba del 3%.
Y es un crecimiento
francamente muy balanceado. Quitando a los sectores; a la industria extractiva,
que es la que está afectada por los commodities no solamente el petróleo sino
también el resto de la minería, pues vemos que todo el resto de la economía
está creciendo, pero en unos sectores más, otros menos.
El sector que está creciendo
más es, el mercado interno, lo que tiene que ver con el consumo, los servicios
y el comercio. Datos ya recientes, por ejemplo el dato de febrero es que, la
venta de automóviles sigue a tasas de doble dígitos creciendo y, esto es
importante porque las familias no compran un automóvil si no tienen la
capacidad económica de hacerlo, pero además, la confianza de hacerlo.
Y, si vemos las ventas de la
ANTAD, las ventas de la ANTAD están creciendo en términos reales es decir, por
arriba d la inflación; están creciendo al 6 y medio por ciento.
Los ingresos del sector
servicios el año pasado tuvieron un crecimiento de prácticamente el 8%. Esto
quiere decir que en un mundo en el cual hay una desaceleración importante del
comercio internacional, hoy lo que está impulsando a la economía mexicana es el
mercado interno.
Y por lo tanto, subraya la
importancia de proteger los determinantes del consumo, empezando por la baja
inflación, y de ahí eso vuelve clave las medidas que se han tomado para proteger
el que, el tipo de cambio no contamine la inflación como hasta ahora no lo ha
hecho.
¿Por qué está creciendo el
consumo además de por la baja inflación? Si vamos a la siguiente lámina por
favor, en buena medida porque está creciendo el empleo. En lo que va de la
administración se han creado ya más de 2 millones de empleos formales, es un
tasa de crecimiento del empleo formal del 3.8% y están creciendo los salarios
reales.
Los salarios reales medidos
por los salarios contractuales crecieron en febrero a una tasa anual del 1.3%.
Me pueden decir, bueno, pero un crecimiento del 1.3% es chiquito, si nada más
que el crecimiento más alto que hemos tenido en este indicador desde el año
2001, es decir, estamos viendo una recuperación del poder adquisitivo de los
trabajadores mexicanos.
Y otro determinante muy
importante del consumo es el crecimiento del crédito. El crédito al sector
privado el año pasado creció a una tasa superior al 12% y esto sin duda, está
impulsando de una manera relevante la demanda interna, junto con las remesas
que están teniendo un crecimiento muy importante también.
Algo que está impulsando el
consumo y a veces lo perdemos de vista, es el impacto que ya están teniendo en
la economía de las familias mexicanas algunos de los cambios estructurales que
se hicieron bajo el liderazgo del Presidente Enrique Peña Nieto al principio de
la administración, por ejemplo piensen ustedes en la reforma en
telecomunicaciones, el espíritu de la reforma, el objetivo es introducir más
competencia para que tengamos más inversión, más calidad y menores costos,
tanto para las empresas como para las familias en algo que es esencial para
competir en el mundo como es el acceso a las telecomunicaciones y a la era
digital.
Las tarifas por ejemplo de
telefonía móvil del año pasado, tuvieron una reducción del 18%, las tarifas de
larga distancia internacional cayeron 40%, incluso las tarifas de telefonía
fija cayeron más de 4%, y esto se está reflejando en una mayor capacidad, en un
mayor poder de compra de los consumidores mexicanos.
Otro indicador, el costo de la
electricidad, en términos reales en los últimos dos años la electricidad que
pagan los hogares ha caído casi 10%, y esto se refleja en mayor poder de compra
de las familias mexicanas, los precios del diésel y de la gasolina que subían
cada mes ya no lo hacen, incluso este año hemos empezado con una disminución
del 3% en el precio de la gasolina.
Todo esto se está reflejando
en un mayor poder de compra de las familias mexicanas, así que el paquete de
reformas estructurales que está generando oportunidades de inversión y
precisamente en un foro como es AMEXCAP creo que les queda muy claro que las
reformas sí está generando oportunidades, grandes e importantes de inversión,
también están empezando a tener efectos positivos sobre la economía de las
familias, de los consumidores mexicanos. El compromiso del gobierno por
supuesto es seguir con la implementación de las reformas.
Finalmente para terminar con
la parte macroeconómica, destacar que México desde el punto de vista regional,
somos parte de la región económica que tiene el futuro más alentador, y que
tiene las mejores perspectivas de crecimiento que es América del Norte.
Cuando se nos compara con
otros países emergentes y que nos preguntan, ¿cómo les va a afectar la caída de
la demanda china? La respuesta es poco, menos del 2% del total de nuestras
exportaciones van hacia China, más del 80% de nuestras exportaciones van a los
Estados Unidos y hemos tenido una auténtica integración de la plataforma
industrial, de la plataforma manufacturera entre México y Estados Unidos, y eso
le está dando competitividad a las empresas mexicanas y a las empresas
norteamericanas y nuestra integración está generando empleos en ambos lados de
la frontera y sin duda con la disponibilidad de energía que tiene Norteamérica,
es una de las regiones, en mi opinión, la región que tiene el futuro más
promisorio en la próxima década.
Ahora déjenme, quiero terminar
con un comentario sobre la inversión extranjera directa, llevamos tres años con
un crecimiento importante en la inversión extranjera directa, en los primeros
tres años de las administración se captaron prácticamente 100 mil millones de
dólares, es una cifra superior a lo que se hubiera captado en los primeros tres
años de cualquier administración, y es notable que todavía estas cifras no
reflejan el impacto de la reforma energética, sin embargo, recuerden que ya
asignamos 30 contratos que empiezan su fase de inversión y que a estas cifras
tan alentadoras que estamos viendo en el sector automotriz, en las
telecomunicaciones, en el sector agroindustrial, en fin, en muchos sectores que
ustedes conocen muy bien que están atrayendo inversión extranjera, ahora
tendrán además la atracción de inversión al sector energético particularmente a
petróleo y gas.
Ahora sí, si me lo permiten
quiero hacer algunos comentarios para terminar y prometo hacerlo un poco más
rápido, sobre los nuevos vehículos de inversión que hemos desarrollado.
Estamos convencidos que hay
una extraordinaria oportunidad de inversión en México, hace unos días en la
Convención Bancaria el presidente de BlackRock, el inversionista institucional
más grande del mundo decía: “México es uno de los mejores destinos para
invertir” pero para ello, además de preservar la estabilidad, implementar las
reformas, es importante que exista la arquitectura institucional y jurídica que
permita que esas inversiones fluyan.
Un elemento fundamental para
que eso sea exitoso, es exactamente el trabajo que hacen ustedes, es el
desarrollo de las industria de capital privado en México y hay que reconocer
que a lo largo de las últimas décadas, México ha tenido un crecimiento lento en
la industria de capital privado, es más, si este foro se hubiera convocado hace
10 años, Arturo, pues habrían a lo mejor en lugar de 400 personas pues a lo
mejor 40 o 50.
Es extraordinariamente
alentador que estén ustedes hoy aquí y que estén ustedes trabajando en esta
industria, porque es un hecho que México más allá del financiamiento que pueda
dar la banca, la banca de desarrollo, los multilaterales, México necesita
capital de riesgo, en todas las etapas del proceso de maduración de las
empresas, desde el capital temprano semilla pasando por el private equity del capital preferente hasta por supuesto el
capital en los mercados bursátiles y creemos que existe una gran oportunidad.
Una gran oportunidad que el
gobierno debe facilitar, a través de tener los vehículos apropiados y aquí es
donde yo quiero hacer un gran reconocimiento a AMEXCAP y a muchos de ustedes,
que nos han tenido la paciencia de trabajar para desarrollar nuevos vehículos
de inversión, me quiero referir a dos de ellos que son la Fibra E y los CERPIS.
Esta lámina lo que trata de
explicar –luego me tardo mucho explicando esta lámina entonces no me voy a
detener en ella- pero lo que trata de explicar es que las empresas pues tienen
un ciclo de vida, en el cual al principio dependen mucho para ser exitosas,
necesitan capital de riesgo, necesitan equity
y pues el financiamiento no necesariamente viene del mercado hay un
papel importante para la banca multilateral y la banca de desarrollo y conforme
maduran las empresas se van desarrollando otro tipo de vehículos y el acceso a
los mercados públicos.
Y justamente lo que buscan el
CERPI y la Fibra E, es cubrir algunos espacios que los vehículos existentes no
necesariamente cubren, la Fibra E lo que estamos buscando es poder capitalizar
el valor de activos maduros que ya generan flujos en los sectores de
infraestructura y que pueden ser una fuente de liquidez importante para el
desarrollo de nuevos proyectos.
Esto tiene una inspiración
aunque en realidad sería incorrecto calificarlo así, como un MLP de los que
tenemos en Estados Unidos pero realmente lo que hicimos fue basarnos en nuestra
Fibra Inmobiliaria que han sido muy exitosas en nuestro mercado y que nos daban
una buena estructura básica para adaptarnos al contexto de los activos en
infraestructura.
Ustedes las conocen de lo que
se califican activos en hidrocarburos, energía y en general en infraestructura
y lo que buscamos es tener una regulación fiscal y bursátil que los conviertan
en vehículos eficientes para la atracción de capital.
Algo muy importante, es el
régimen fiscal que sea un régimen fiscal que nos de la transparencia fiscal,
para que permita una eficiente atracción del capital y ahí es donde hemos
recibido mucha retroalimentación de parte de ustedes y ahora en un momento más
me referiré a los cambios que vamos a hacer a las reglas fiscales de las
Fibras.
El CERPI que es una figura que
creo que no todo mundo ha conocido, lo que busca es presentar una alternativa
principalmente a los CKDs para ser un vehículo que permita replicar de mejor
manera las reglas de gobierno corporativo, de los fondos de capital privado
particularmente la estructura de General Partner, Limited Partner que opera con
mucho éxito en los Estados Unidos y en otras latitudes y que permita la
atracción de capital de los inversionistas institucionales específicamente las
Siefores en el mercado mexicano.
Lo que estamos buscando es que
sea un instrumento que califique más que por el cumplimiento de un conjunto de
requisitos específicos, como ocurre con los CKDs que sea un instrumento cuya
autorización se base más en el prestigio, en el historial - el track record –
del administrador del fondo de tal manera que podamos tener una mayor
flexibilidad que la que ofrecen los CKDs.
Esto no significa que no
queramos CKDs, tenemos muchos CKDs por supuesto, pero lo que yo les invito a
quien no lo haya hecho es que analicen estructurar operaciones que tradicionalmente
hace un par de años, hace un año hubieran pensado a través del CKD analicen la
figura del CERPI, porque precisamente lo que busca el CERPI que además hemos
construido en buena medida en diálogo con ustedes, es tener un instrumento más
eficiente para la atracción de capital.
Déjenme terminar refiriéndome
a la Fibra E. La Fibra E creo que ha tenido una buena recepción por la cantidad
de promotores de algunas transacciones, están activamente trabajando en la
figura de la Fibra E por la cantidad de fondos que constantemente nos hacen
consultas, es evidente que es una figura que ha generado mucho interés, pero en
el dialogo con ustedes hemos identificado que la regulación fiscal que
publicamos en septiembre estaba cerca pero no estaba exactamente donde tenía
que estar.
Yo les quiero agradecer porque
han sido muy generosos en su retroalimentación e insisto en tenernos paciencia
y creo que vamos a atender en los próximos días estas mejoras al régimen fiscal
aplicable a la Fibra E que con esto yo espero que tengamos un vehículo muy
atractivo para traer capital a nuestro país a los sectores de la
infraestructura.
¿Qué vamos a atender
específicamente? Primero el diferimiento de las ganancias, específicamente
cuando el promotor enajena acciones pero recibe certificados bursátiles en las
reglas actuales eso se consideraba gravable, naturalmente esto genera un problema
que ustedes nos han hecho ver y esto lo vamos a corregir, solamente habrá
acumulación cuando se enajenan los certificados bursátiles o la Fibra E enajena
las acciones de la sociedad promovida o se enajenan los activos pero no cuando
el promotor recibe certificados bursátiles.
Segundo, vamos a aclarar y a
ampliar las actividades que pueden ser parte de la Fibra E, específicamente en
materia de hidrocarburos donde se permitirá y esto requerirá una autorización
previa del SAT, pero ya la regla lo permitirá, que las actividades o la inversión realizada en
activos adquiridos para cumplir con las obligaciones de un título de concesión
puedan ser parte de la Fibra E o que las actividades realizadas en el
cumplimiento de los permisos por ejemplo de la CRE también puedan ser
consideradas parte de la Fibra E, es una
observación francamente razonable si el título de concesión o el permiso
requiere de ciertas obligaciones pero estas no se pueden incorporar a la Fibra
E, ahí teníamos una deficiencia importante que ustedes nos hicieron ver.
Luego tendremos modificaciones
al control de aportaciones, las entrada y las salidas de recursos, se
establecerá que la Fibra E deberá tener una cuenta de capital de aportación, la
famosa CUCA por cada tenedor de los certificados bursátiles y esto permitirá
tener una contabilidad fiscal por cada uno de los tenedores haciendo eficiente
la transparencia fiscal y finalmente considerar como una actividad autorizada
en la Fibra E la recompra de certificados bursátiles, esto es algo que no estaba
considerado.
Estas modificaciones, insisto,
derivan en buena medida del diálogo con ustedes y con algunos promotores
destacados de estos proyectos y las haremos vigentes a partir de su publicación
en el Diario Oficial a través de una modificación a la Miscelánea Fiscal en día
1º de abril así que el 1º de abril estén atentos al Diario Oficial quienes
estén promoviendo este tipo de vehículos de inversión.
Aquí termino la presentación
con una invitación, bueno esto ya no lo voy a repetir porque ya lo dije, pero
lo que les quiero invitar y si me lo permiten les quiero pedir a que sigamos en
un dialogo cercano, a que nos sigan presentando buenas ideas para facilitar el
crecimiento de la industria de capital privado, esta industria que para muchos
es desconocida y cuando se dice capital privado la gente no necesariamente sabe
en realidad a qué se está hablando, pero yo estoy convencido, es una convicción
personal, es esencial para el desarrollo de México en los próximos años y en
las próximas décadas.
Y como autoridad no nos
corresponde decirles en qué inviertan o cómo inviertan, eso lo decide el
mercado, eso lo deciden ustedes, pero lo que sí nos corresponde es crear un
marco institucional, un marco jurídico y de política pública que facilite el
desarrollo de lo que ustedes están haciendo, así que cuando tengan más buenas
ideas, cuando tengan sugerencias o cuando nos estemos equivocando en algo,
háganoslo saber, porque son ustedes una actividad estratégica, un sector
estratégico para el desarrollo de México y estamos convencidos de que si a
ustedes les va bien, a nuestro país le va a ir muy bien.
Muchas gracias.
+++
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